para que podamos oír las
invocaciones
de quien tiene hambre,
frío, miedo,
y de quién está oprimido.

Abre nuestro corazón, Señor
para que aprendamos a
amarnos los unos
a los otros
como tú nos amas.
Danos otra vez tu Espíritu, Señor,
para que nos volvamos un sólo corazón
y una sola alma
en tu nombre.
Amén.