Las ciudades son lugares llenos de gente y vacíos de humanidad. Nos sentimos solos y deprimidos ante tanto edificio, tantos vehículos, tanto ruido, tanta soledad. Somos muchos pero estamos solos. Pero entre tanta soledad hay Alguien que camina junto a nosotros. Que nos escucha. Nos comprende. Nos ama. Siente nuestras soledades y depresiones. Alguien lo llamó PADRE y nos invitó a que le conversáramos, le contáramos nuestras angustias y nuestras penas para que se puedan convertir en alegrías y esperanzas. Te invito a que converses on nuestro Padre Dios de una forma distinta, poco convencional, la de rezar por la calle y no en el templo, la de sentir la alegría de vivir de cada día, la de conversar con Alguien que nos escucha y ama. Alguien que es Padre. Y Amigo. Y Compañero del Camino de la Vida.
Tú sabes lo que siento.
Sabes que yo quiero sentirme repuesta, quiero estar mejor; Quiero tener mi salud.
Pero las horas de la prueba, los días de diagnóstico,
y el signo de interrogación acerca de mí el futuro parece más cerca de aquello que puedo sobrellevar.
Concédeme, 0h Dios, la fuerza para hacer frente a cada hora y a todos los días.
De hecho, cuando parece que yo no puedo hacer frente incluso a esta hora, dame la fuerza suficiente para hacer frente a los próximos cinco minutos.
Padre Tomas Del Valle-Reyes
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Sabes que yo quiero sentirme repuesta, quiero estar mejor; Quiero tener mi salud. 
