Filipenses 4:8,
En alguna ocasión, ¿se ha sentido al punto de explotar de frustración porque las cosas que se propone hacer, no le salieron como lo había planeado?
Tuvo que levantarse temprano para salir a trabajar,
dejar a los niños a la escuela.
La carretera a su trabajo estuvo congestionada
y llego tarde a su empleo.
Y luego de pasada se le olvido el celular.
A todos nos ha sucedido lo mismo, entonces ¿Qué debemos de hacer?
¿Cómo podemos mantener una actitud positiva?
1.Toda persona tiene algunas frustraciones en la vida.
Tal vez sea en el trabajo, en su matrimonio, por su carro,
aun cuando hay personas que se atreven a decir que no tienen ninguna frustración. Sin embargo, son esas mismas personas
a las que podemos verles canas prematuras y en ocasiones ya ni cabellos tienen.
2.La frustración puede llegar a ser una influencia negativa o positiva en nuestras vidas.
En otras palabras, la frustración misma no es negativa,
lo que la hace negativa o positiva es nuestra reacción a ella.
Todo depende de nuestra actitud.
Nosotros mismos creamos la frustración o la disipamos.
3.La mayoría de nuestras frustraciones son innecesarios.
Se puede decir.
Que nosotros cargamos con cosas que no deberíamos de cargar.
No se frustre.
El 40% de lo que nos preocupa nunca sucederá.
La ansiedad es el resultado de una mente cansada.
El 30% de lo que nos preocupa concierne a decisiones pasadas que no pueden ser cambiadas.
El 12% de lo que nos preocupa, es porque nos centramos en la crítica que otras personas hacen porque sienten inferior.
El 10% de lo que nos preocupa está relacionado con nuestra salud, la cual de todos modos empeora.
Se dice que por cada preocupación le quitamos tres horas a nuestras vidas.
Solo un 8% de lo que nos preocupa es legítimo, problemas que pueden ser enfrentado en Dios.
Esto es lo que aprendemos de Pablo.
Esto es lo que aprendemos de Pablo.
1.Desarrolle una perspectiva apropiada.
Lea Filipenses 3:12
2.
Renuncie a sus derechos.
Renuncie a sus derechos.
Lea Filipenses 2:3-7
3.
Reprograme su mente.
Lea Filipenses 4:8
4.
Ayude a otros.
Ayude a otros.
Lea Filipenses 4:3
Piense en esto.
Una persona, nunca podrá disfrutar da la paz de Dios continuamente en su vida, si no está en paz con Dios.
Yo no puedo controlar lo que me sucede a mí, pero si puedo controlar lo que sucede en mí.
Preguntas.
¿Se ha sentido mal, cuando reacciona equivocadamente o culpa a los demás?
¿Busca usted a Dios, en esos momentos más frustrantes de su vida?
¿Es usted el tipo de personas que le gusta argumentar por todo y para todo?
¿Se siente usted inferior ante sus amigos o familiares?
Descubriendo el Siglo 21
Discovering 21century
Fr Tomás Del Valle-Reyes
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